Mario Sandoval protagoniza la III Jornada sobre Creatividad e Innovación en la Fundación Ramón Areces

Madrid. 23 de abril de 2025. Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, la Fundación General CSIC, la Fundación Ramón Areces, la Real Academia Europea de Doctores y la Fundación Cuidad de Requena han celebrado la III Jornada sobre Creatividad e Innovación: Conversaciones en torno a la neurotecnología que, como viene siendo tradición, ha tenido como escenario la sede de la Fundación Ramón Areces en la calle Vitruvio de Madrid.

Tras unas palabras de bienvenida de Raimundo Pérez-Hernández (director de Fundación Ramón Areces) y Eloísa del Pino (presidenta del CSIC y de la Fundación General CSIC), la jornada ha sido introducida por José Ramón Calvo (presidente del Instituto de Cooperación Internacional de la Real Academia Europea de Doctores) y ha continuado con una conferencia de Mario Sandoval, premio nacional de gastronomía tras otros múltiples reconocimientos, que ha sabido llevar, de manera magistral, la creatividad y la innovación al ámbito culinario. Durante su intervención, Sandoval ha explicado todas las innovaciones que ha introducido en su restaurante de larga tradición familiar de la mano de científicos de diferentes departamentos del CSIC.

En esta tercera edición, el propósito de las jornadas ha sido generar un espacio de reflexión y diálogo en torno a los desafíos, oportunidades y debates suscitados por la neurotecnología, rama del conocimiento que está revolucionando la interacción entre la ciencia, la tecnología y la mente humana.

En esa dirección se han desarrollado las intervenciones de Celia Sánchez Ramos (directora del grupo de investigación en Visión y Oftalmología de la UCM) y de Nilo García Manchado, (CEO de Reticare), quienes han protagonizado un interesante diálogo sobre innovación.

En la mesa redonda, “Presente y futuro de la neurotecnología”, han participado participantes (Antón Guimerá, investigador del CSIC perteneciente al Instituto de Microelectrónica de Barcelona; Carolina Aguilar, CEO y cofundadora de INBRAIN; Rodolfo Miranda, director de IMDEA Nanociencia; y Rocio Pillado, socia de Adara Ventures), moderados por Cecilia Kindelán (directora del Executive MBA de ESIC University), han abordado cuestiones clave fundamentales que trae a escena esta nueva rama del conocimiento desde distintas perspectivas (científicas, empresariales, éticas y sociales) en su análisis de los límites existentes en la interacción de la tecnología y el cerebro.

En la mesa redonda, “Presente y futuro de la neurotecnología”, han participado Antón Guimerá (investigador del CSIC perteneciente al Instituto de Microelectrónica de Barcelona); Carolina Aguilar (CEO y cofundadora de INBRAIN); Rodolfo Miranda (director de IMDEA Nanociencia); y Rocio Pillado (socia de Adara Ventures), moderados por Cecilia Kindelán (directora del Executive MBA de ESIC University). En sus intervenciones, han abordado desde distintas perspectivas (científicas, empresariales y éticas) algunos de los desafíos y oportunidades generados con el desarrollo de esta nueva rama del conocimiento, que plantea los límites existentes en la interacción de la tecnología y el cerebro.

Tras un concierto protagonizado por Francisco Feria y Cristina Calvo, el director general de la Fundación General CSIC, Ramón Torrecillas, ha pronunciado unas palabras de clausura.

Combinando la neurociencia con la ingeniería para desarrollar dispositivos capaces de interactuar directamente con el cerebro y el sistema nervioso, la neurotecnología cuenta con un enorme potencial que promete mejorar la calidad de vida de millones de personas, permitiendo desde la restauración de funciones motoras hasta la comunicación directa con dispositivos electrónicos para quienes padecen discapacidades severas.

Si bien esta área de conocimiento cuenta actualmente con avances muy significativos, su desarrollo plantea debates e interrogantes de naturaleza ética relacionados con el hecho de la manipulación, registro o activación de la actividad cerebral. En este contexto, la investigación no solo debe enfocarse en sus beneficios clínicos y tecnológicos, sino también en la creación de marcos regulatorios que garanticen un uso ético y responsable de la misma.