Mi propuesta de investigación doctoral examina la relación empírica entre la salud pública y la economía laboral en tres dimensiones fundamentales: (i) la salud mental y los mercados laborales, (ii) la salud hereditaria y la movilidad social, y (iii) la mortalidad (esperanza de vida) y la educación.

La primera dimensión analiza cómo la salud mental afecta los resultados laborales individuales. Aunque la evidencia vincula los problemas de salud mental con el desempleo, la jubilación anticipada y la pobreza, ¿qué proporción de este efecto es causal? Para responder, este proyecto propone una estrategia de identificación innovadora que utiliza la muerte de personas en redes sociales como eventos cuasi-aleatorios. Estas muertes, al impactar la salud mental a través del duelo, generan una variación exógena que permite examinar el efecto causal de los choques negativos en la salud mental sobre los resultados económicos.

La segunda dimensión aborda la movilidad social desde un enfoque novedoso: la salud hereditaria. Mientras que los estudios tradicionales se centran en la educación, el desarrollo infantil y el capital social, este proyecto destaca el papel crucial de la salud en el aprovechamiento de oportunidades educativas y económicas. Aprovechando los avances en genética y secuenciación de ADN, se busca separar los efectos de la naturaleza (genética) y la crianza (entorno) en los resultados intergeneracionales. Las preguntas clave incluyen: ¿Qué tan persistentes son los resultados de salud entre generaciones? ¿Cuál predomina: la genética o el entorno? ¿Cómo afectan estos factores a la movilidad social? Este enfoque ofrece herramientas para entender la baja movilidad social y diseñar políticas que fomenten la igualdad de oportunidades.

La tercera dimensión examina las brechas entre mortalidad y educación. Aunque estudios previos destacan que la educación incrementa la esperanza de vida, este proyecto explora el efecto inverso: ¿una mayor esperanza de vida impulsa la inversión en educación? El análisis incluye variaciones espaciales en mortalidad y educación, considerando factores como la calidad de la atención sanitaria, incluidas instalaciones de emergencias que reducen tiempos de respuesta y aumentan la supervivencia en casos críticos. Estas variaciones permiten investigar la relación causal entre la calidad sanitaria, la mortalidad y los resultados educativos.

En conjunto, este proyecto busca generar evidencia innovadora sobre cómo la salud pública afecta los resultados laborales, sociales y educativos, con implicaciones para políticas que promuevan mayor equidad social y económica.