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Francisco J. Martínez Mojica (Universidad de Alicante): "Tenemos las herramientas más poderosas jamás disponibles para la investigación biológica y biomédica"

Ciencias de la Vida y de la Materia Publicado el 25/01/2018

Francisco J. Martínez Mojica, descubridor de los sistemas CRISPR en bacterias, interviene en un simposio internacional de la Fundación Ramón Areces y el CIBERER sobre 'Aplicaciones de edición genética en la investigación y terapia sobre enfermedades raras'.

"Gracias a los procariotas, tenemos en nuestras manos las herramientas más poderosas jamás disponibles para la investigación biológica y biomédica, revolucionando la biotecnología, la agricultura y la medicina". Así lo ha asegurado esta mañana en la Fundación Ramón Areces el descubridor de los sistemas CRISPR en bacterias, Francisco J. Martínez Mojica. El investigador de la Universidad de Alicante ha intervenido en el simposio internacional 'Aplicaciones de edición genética en la investigación y terapia sobre enfermedades raras', organizado conjuntamente con el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) y coordinado por los científicos Lluís Montoliu y José Carlos Segovia. "El uso de CRISPR-Cas como agentes terapéuticos en humanos parece muy prometedor para abordar los principales desafíos en la práctica clínica", ha añadido. En este sentido, Mojica ha recordado cómo "la identificación de proteínas asociadas al sistema CRISPR y la revelación de que las secuencias de intervención repetida (denominadas espaciadores) parecían ser incompatibles con secuencias coincidentes en elementos genéticos móviles (especialmente en virus, sugiriendo una función defensiva) impulsaron la investigación sobre CRISPR-Cas". Como consecuencia de esos logros, "pronto se demostró su papel como sistema inmune adaptativo para una variedad de microorganismos modelo y se desveló el mecanismo de acción". "La combinación única de versatilidad y viabilidad de los diversos componentes CRISPR-Cas permite una variedad de aplicaciones, no solo en el organismo portador nativo sino también en hospedadores heterólogos (procariotas o eucariotas)", ha añadido.

Matthew Porteus, líder en edición genética de la Universidad de Stanford, anuncia que en 12-18 meses se iniciarán ensayos clínicos de corrección de genes para enfermedades de células falciformes (con hemoglobina anormal)

Este simposio de la Fundación Ramón Areces y el CIBERER se propone indagar en las aplicaciones que estas nuevas herramientas de edición genética van a tener en la búsqueda de nuevas terapias para las patologías poco frecuentes. En este sentido, Matthew Porteus, de la Universidad de Stanford, líder en edición genética y en el desarrollo de terapias génicas efectivas para el tratamiento de enfermedades congénitas de la sangre y del sistema inmune, ha anunciado que ya hay "planes para iniciar ensayos clínicos de corrección de genes para enfermedades de células falciformes -con hemoglobina anormal- y que tendrán lugar entre un año y año y medio".

Por su parte, Pietro Genovese, que trabaja en el laboratorio San Raffaele Telethon Institute for Gene Therapy con sede en Milán, clave y pionero en la aplicación en Europa de terapias génicas, ha adelantado que están desarrollando "modelos preclínicos ad-hoc para corregir en el futuro de una forma segura y efectiva varios trastornos hematológicos". De momento, están trabajando en la enfermedad SCID-X1 "mediante la edición genética dirigida de HSPC murino con reactivos de edición optimizados y protocolos de tratamiento para cumplir los requisitos identificados con HSPC humana", ha explicado. El experto en genómica funcional de la Universidad de Estrasburgo y responsable del programa Phenomin, Yann Herault, ha presentado en este simposio el beneficio de usar CRISPR-CAS9 para generar variantes de número de copias y para imitar enfermedades genéticas debido a la variación en la dosificación de genes, como sucede en el síndrome de Down.

Marc Güell, que acaba de regresar a España tras varios años en Boston, trabajando con George Church en multitud de proyectos con CRISPR en aplicaciones biomédicas, ha hablado de su experiencia en el uso de la edición de genes para hacer del xenotrasplante una realidad clínica. "Utilizamos herramientas CRISPR para erradicar todos los retrovirus endógenos de un genoma de cerdo y estamos haciendo cerdos transgénicos con hasta 12 ediciones de genes relacionados con el sistema inmune", ha destacado. Ángel Raya, del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), experto en el uso de células troncales pluripotentes inducidas (iPS), ha explicado que "los estudios de asociación de genoma completo (GWAS) proporcionan información enorme en cuanto al riesgo genético de enfermedad". Sin embargo, "la asociación no significa necesariamente causalidad". Raya ha dedicado parte de su intervención a discutir el poder de combinar modelos basados en células iPS y la edición de genoma dirigido mediado por CRISPR-Cas "para examinar el vínculo causal entre la información obtenida mediante GWAS y los fenotipos de la enfermedad".

Otro de los referentes nacionales en edición genética, en este caso Raúl Torres, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), está especializado en la aplicación de CRISPR para el estudio de patologías causadas por anomalías cromosómicas. "Las metodologías eficientes para recrear translocaciones cromosómicas asociadas al cáncer tienen una gran demanda como herramientas para investigar cómo estos eventos inician el cáncer", ha apuntado. "Las herramientas CRISPR-Cas9 se han utilizado para reconstruir la genética de estos complejos reordenamientos, manteniendo la arquitectura y los elementos reguladores. Para ello, comparamos diferentes estrategias destinadas a mejorar la eficacia de las translocaciones mediadas por CRISPR en células madre y primarias humanas".

El bioinformático del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) Juan Carlos Oliveros, responsable de uno de los programas de diseño de herramientas CRISPR más innovador, ha abogado por una mayor colaboración entre los investigadores de ciencias de la vida y los bioinformáticos: "La tecnología CRISPR-Cas evoluciona muy rápido y aparecen nuevas variantes a diario. Deben crearse o adaptarse nuevas aplicaciones bioinformáticas para cumplir con estos nuevos desafíos técnicos. Para tener éxito, se requerirá una estrecha cooperación entre ambos campos".

Lluís Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) y del CIBERER, coordinador del simposio, ha concluido que "las técnicas de edición genética con CRISPR nos han permitido generar modelos animales mucho más específicos de las enfermedades raras que investigamos, lo cual nos hará avanzar en su comprensión y tratamiento". Por su parte, José Carlos Segovia, del Centro de Investigaciones Energéticas y Medioambientales (CIEMAT) y del CIBERER, coordinador adjunto del simposio, ha subrayado que "la aplicación de las técnicas de edición genética en terapia génica no ha hecho más que empezar. Se abre un futuro esperanzador para el desarrollo de tratamientos innovadores para muchas enfermedades raras".

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