Mike Savage (LSE): "Las políticas de Trump aumentarán la desigualdad"

El sociólogo participa junto a otros profesores de la LSE en las Lecciones Magistrales que organiza la Fundación Ramón Areces hasta este miércoles bajo el lema 'La desigualdad: ¿por qué está sucediendo y hacia dónde va?'

"La elección de Donald Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos nos demuestra cómo la creciente desigualdad está impulsando divisiones políticas de manera cada vez más dramática. Su victoria es una señal de que un gran número de estadounidenses blancos de clase media y baja se sienten dejados atrás por la élite estadounidense y cómo sienten que están siendo superados por el crecimiento económico en otros lugares".

Savage participa junto a otros profesores de la LSE en las Lecciones Magistrales que organiza la Fundación Ramón Areces con esta institución académica hasta este miércoles bajo el lema 'La desigualdad: ¿por qué está sucediendo y hacia dónde va?'. Para este experto en el estudio de los desequilibrios entre la población, "la desigualdad económica mundial está disminuyendo debido a que las economías emergentes están alcanzando a las naciones desarrolladas, pero en muchas naciones hay una creciente desigualdad"."Me interesa cómo la desigualdad económica se cruza con las desigualdades sociales y culturales y cómo esto está haciendo que las divisiones de clase sean más marcadas, especialmente la brecha entre las elites ricas y el resto de la población", ha explicado.

Así lo ha expresado el sociólogo de la London School of Economics (LSE) Mike Savage. "Sin embargo, Trump no tiene políticas coherentes para ayudar a estas personas y sus propuestas de recortes de impuestos probablemente aumentarán la desigualdad", ha añadido.

Preguntado por las medidas que sería necesario tomar para reducir la desigualdad, Savage cree que "no es suficiente con invertir en educación, sino que hay que centrarse en la redistribución". "La tributación sobre la riqueza y la herencia también ayudarían", ha afirmado. "Los gobiernos de muchas partes del mundo son conscientes del problema, pero no están seguros de cómo abordarlo", ha concluido.