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¿Hay futuro más allá de la "Academia"?

Artículo 23 de marzo de 2016 | 00:00 5 minutos
  • Dr. Fernando Josa Prado

El aumento del número de ciudadanos con educación superior es, sin lugar a dudas, un gran beneficio para la sociedad misma en que estos fueron educados y, por extensión, para la sociedad global. En el último cuarto del siglo XX y lo que llevamos de XXI el difundido acceso a la universidad ha hecho crecer la base de la pirámide de titulados universitarios que afrontan la salida al mercado laboral. Con el aumento de dicha base, también ha aumentado el número de títulos de post-licenciatura y postgrado como tesinas, DEAs, Másteres y Doctorados. Éstos títulos portan consigo una iniciación más intensa en la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).

Tradicionalmente, la carrera en I+D+i se ha desarrollado en el ámbito académico. De hecho, hoy en España la academia sigue siendo la vía de preferencia para la canalización de los profesionales de la ciencia. Otras vías minoritarias en nuestro país son la investigación en centros gubernamentales (vinculados muy a menudo con la academia) o la industria.

Las vías académica y de investigación en centros gubernamentales en España no han sido capaces de absorber e integrar a la mayoría de científicos doctores en sus estructuras y el sector privado de nuestro país difícilmente puede competir con las ofertas laborales en el extranjero. Este escenario ha potenciado que muchos profesionales de la ciencia con expectativa de seguir sus carreras en I+D+i se vean obligados a emigrar y asentarse profesionalmente en el extranjero.

No hay duda sobre la pérdida de capital humano que esto supone para España. Las estimaciones muestran que más de 11.000 científicos españoles desarrollan su carrera en el extranjero. Esta abultada cifra ha concentrado su presencia en Gran Bretaña, Alemania, EE-UU., Japón y Australia entre otros, países estos donde recientemente han cristalizado movimientos asociativos de científicos españoles en el extranjero. CERU, como iniciador de estos movimientos, y posteriormente CERFAECUSA (apoyados desde el principio por la Fundación Ramón Areces - FRA - y FECYT) y otras asociaciones en diversos países están desarrollando una encomiable labor de representación de este colectivo, poniendo de manifiesto la valía, espíritu emprendedor y deseo de mejora de los científicos españoles.

De entre los científicos en la diáspora muy pocos encuentran en España ofertas de empelo competitivas a nivel internacional para el retorno a la academia o investigación pública y privada. Por otro lado, el progresivo empobrecimiento en la captación, recaptación y asentamiento del talento viene dado no sólo por la dificultad de hacer retornar o importar el mismo al mundo de la investigación pública o privada. Además las instituciones, la sociedad y el mundo empresarial tienen que asumir el reto de entender que los doctores, científicos e investigadores son capital humano de elevado valor cuyo aprovechamiento real está por debajo de punto óptimo. A su vez, científicos e investigadores tenemos que asumir constructivamente que para una mayoría de nosotros las oportunidades de desarrollo profesional pueden florecer fuera de los cauces tradicionales.

España tiene ahora la oportunidad de que instituciones, empleadores y científicos se den la mano para el aprovechamiento flexible y óptimo del potencial humano (nacional e internacional) que, hoy por hoy, fructifica fuera de nuestras fronteras o está infravalorado dentro de ellas. Huelga decir que es un reto importante y complejo, y por eso mismo necesita ser un foco de atención de los planes estratégicos presentes y futuros.

La puesta en valor de las habilidades interdisciplinares que poseen los científicos, cuyo aprovechamiento tantos beneficios puede aportar, requiere una actualización de mentalidades y la apuesta firme por la aceptación, por parte de todos, de la ciencia y sus artífices como algo cercano, cotidiano y parte estructural fundamental, no accesoria, de la competitividad y el desarrollo de nuestro país.

En este contexto, la Sociedad de Científicos Retornados a España - CRE - cree fundamental (dentro de una de sus funciones basales, la de la formación continua) la realización de eventos orientados a la exploración de carreras profesionales de científicos e investigadores. A tal efecto llamamos a la puerta de la Fundación Ramón Areces (FRA) con cuyos objetivos tanto armonizan los nuestros. Queremos agradecer y reconocer a la FRA el encomiable apoyo y soporte a nuestras propuestas y habernos facilitado la presentación con FECYT. FECYT también ha apoyado con determinación y recursos estas iniciativas de CRE por lo que estamos muy agradecidos. De hecho, las tres instituciones, CRE, FRA y FECYT hemos organizado dos eventos que creemos serán beneficiosos tanto para los asistentes e interesados como para volver a llamar a la atención y al debate el reto de las carreras profesionales de científicos e investigadores. El primer evento transcurrido en Valencia el 5 de abril con la colaboración de RUVID y la UPV y fue un gran éxito. El segundo evento tendrá lugar el 4 de Mayo en la Fundación Ramón Areces, en Madrid y contará un panel de conferenciantes de reconocida trayectoria profesional. En ambos eventos esperamos que los ponentes sirvan de guía e inspiración para los asistentes.

Confío en que la potenciación y propuesta pública de este y otro tipo de iniciativas relativas a la ciencia y el capital humano que ésta involucra, ayuden a entender y reflexionar sobre los retos presentes y venideros de la I+D+i en España. Por ello quiero extenderos la invitación a asistir a los eventos organizados en Madrid y Valencia y a participar de la iniciativas constructivas que de ellos se puedan generar.

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